Sharamentsa cambia sus costumbres para recibir al turista
Duchas artesanales a orillas del río Pastaza, baños secos, basureros ecológicos y el uso de energía solar son algunas de las medidas que adoptó Sharamentsa, una localidad achuar en Pastaza, para convertirse en un destino turístico del país.
Los habitantes de la comunidad, que está ubicada a orillas del río Pastaza al sudeste de esa provincia, buscaron mecanismos para adecuar sus costumbres y hábitos a los de los turistas.
En ese sentido, intentan conjugar el rústico ambiente selvático con la comodidad de la sociedad occidental. Para hacerlo, han modificado su infraestructura, alimentación y hasta su música, pues tienen equipos de sonido con música electrónica y vallenatos.
Los habitantes preparan la infraestructura hotelera para dar cabida a cientos de visitantes en 2010. La población se ha capacitado para dar un buen servicio
El agua del pastaza traía infecciones a la gente
"La comunidad cocinaba, lavaba y se bañaba con agua del río Pastaza. Las infecciones eran constantes y las mujeres caminaban largos tramos para llevar el agua a sus viviendas", relata Domingo Peas, dirigente indígena.
Por ello, la población construyó una red de tuberías para que abasteciera con agua subterránea a las 14 viviendas del sector. Esta agua es impulsada con una bomba de energía solar.
Para lograrlo, la comunidad buscó financiamiento internacional y adquirió 10 paneles solares, que generan la electricidad suficiente para encender una radio, usar una licuadora y encender focos.
"Al tener agua y luz, se pudo construir duchas artesanales y una lavandería. Eso facilitó las tareas de la mujer y la salubridad", explica Peas.
La situación mejoró la calidad de vida de la población que inicia sus actividades a las 03:00. A esa hora se ingiere la guayusa (una bebida purificante que induce al vómito para eliminar los residuos en el estómago).
Conservación ambiental, un hito importante. Proteger el ecosistema es de gran importancia para los achuar. Por ello han adoptado un sistema de manejo de los desechos de la comunidad, a través de basureros ecológicos donde se separan los desechos inorgánicos de los orgánicos, con el fin de utilizarlos como abono o alimentar a los animales (guatusas y sajinos). (GM)
Aprendieron primeros auxilios y liderazgo. La idea de ser un destino turístico surgió hace 10 años con el respaldo de la fundación alemana Indio Hilfe. "La comunidad quería sobrevivir a la modernidad y mejorar su calidad de vida, sin abandonar su territorio", explica Mascha Kauka, directora de la institución.
Para ello, los habitantes aprendieron primeros auxilios, el diagnóstico de enfermedades y tuvieron cursos de liderazgo y gastronomía.
Además, regularon la cacería para preservar la fauna del lugar y empezaron a cultivar otros alimentos como la zanahoria, cebolla, maíz y papa. Esto, además de la yuca y el verde que ya consumían.
"Se les explicó que no todos gustan de la comida exótica que aquí se ofrece y que sería saludable incursionar en nuevos platos. Ahora son excelentes cocineras", dice Kauka, promotora de esta iniciativa.
Cómo llegar
El ingreso es solo por avión desde la localidad de Shell Mera, 10 minutos antes del Puyo
Un flete en avión oscila entre los $400 y $1 200, según el número de pasajeros
El proyecto de ecoturismo concluirá en un año, pues aún trabajan en la infraestructura hotelera
Los aportes
La fundación Indio Hilfe ha financiado los cursos de capacitación para la población
El Codenpe también contribuyó en la compra de los paneles solares para el abastecimiento de luz
La universidad de Cuenca instruyó a los futuros líderes de la localidad