EL MUNDO DESCONOCIDO DE LAS FLORES DEL ECUADOR
En parques y jardines públicos y privados distribuidos a lo largo del Ecuador, desde la capital hasta el más pequeño caserío, encontramos una infinidad de plantas con vistosas flores. Pero de 2000 especies en estos jardines, probablemente sólo 100 son del continente americano y quizá unas 20 son autóctonas; todas las demás son plantas introducidas de África, Asia o Europa. En el Ecuador casi nadie ha visto concientemente o conoce las plantas y flores nativas, ni aún los mismos campesinos y colonos que están rodeados de ellas. Es realmente extraordinario este desconocimiento, considerando que el Ecuador es el país más rico en especies en el mundo, en relación con su reducida superficie geográfica.
Miles de especies ecuatorianas son conocidas y muy cotizadas en el extranjero y han sido cultivadas por horticultores durante décadas. Si queremos encontrar nuestras especies nativas en cultivo, tendríamos que visitar, por ejemplo, los 160 jardines botánicos en Alemania.
Hace treinta y cinco años los gobiernos de Dinamarca y Suecia y el Jardín Botánico de Missouri decidieron recopilar y publicar la obra completa de la flora del Ecuador. A la fecha ya se publicaron, aproximadamente, 40 volúmenes que tratan de 45 familias de plantas; el total estimado será de 110 volúmenes, sobre 200 familias. Un estudio actualizado sobre la flora ecuatoriana clasificada, determina la existencia de 17.000 especies. De éstas, la familia de plantas con el mayor número de especies corresponde a las orquídeas, de las que 4187 han sido clasificadas hasta la fecha, cantidad equivalente al 24% de la flora nativa ecuatoriana. Esto se debe a que en las últimas décadas más especialistas se han dedicado a la familia de las orquídeas y muchos menos a las otras familias de plantas. A nivel mundial, una de cada 10 especies de plantas que el botánico encuentra en la naturaleza es una orquídea, lo que nos lleva a pensar que en nuestro territorio existirían más de 50.000 especies de plantas y que los científicos hasta la fecha solo han clasificado un 30%.
LAPEQUEÑA HISTORIA Y DESARROLLO DEL JARDIN BOTANICO DE QUITO
En 1989 el Museo Ecuatoriano de Ciencias Naturales y el Club de Jardinería suscribieron un convenio con el Municipio de Quito para convertir el antiguo vivero municipal del Parque de la Carolina, en un jardín botánico. Con este objetivo, y para garantizar la eficiencia administrativa de un nuevo ente científico- cultural, como lo es de un jardín botánico para la ciudad, se gestionó en Junio de 1991 la creación de la Fundación Botánica de los Andes, cuya misión es la de prever acciones directas e indirectas tendientes al conocimiento, protección y conservación de la flora ecuatoriana.
El Jardín Botánico está situado en el corazón de Quito, en el parque de la Carolina, junto al Museo de Ciencias Naturales. Tiene una superficie de 18.600 metros cuadrados y se ha gestionado expandirlo en un cercano futuro en 8.000 metros cuadrados adicionales; estará rodeado por cercas vivas adornadas con enredaderas nativas, particularmente con pasifloras y bramarías. A la fecha se han construido los caminos adoquinados, en una extensión de 3 kilómetros de los 4 planificados. Los principales atractivos son: el Orquideario, dos pequeñas lagunas con un riachuelo rodeado de plantas acuáticas y de pantano, y los sectores destinados a diferentes categorías de plantas.
El manejo de los frutales nativos e introducidos se planificará con los colegios municipales. Otro sector se destinará a loas plantas medicinales, hierbas aromáticas y especerías. Expoflor está contribuyendo con una muestra educacional relacionada con las flores de verano para exportación y, en el futuro cercano, construirá un invernadero hidropónico de rosas.
LA DESTRUCCION DE NUESTRA FLORA NATIVA
El Ecuador es el país más densamente poblado del continente sudamericano. La explosión demográfica ejerce una terrible presión sobre los bosques primarios para deforestarlos y, de esta manera, ampliar las zonas agropecuarias. Esta situación ha llevado a que cada año se talen entre 100.000 y 200.000 hectáreas de bosque primario y los incendios recurrentes destruyen 200.000 hectáreas adicionales de bosques secundarios y chaparrales, aunque algunos opinan que podría ser hasta diez veces más.
En Ecuador, en cada hectárea de selva primaria existen, en promedio, medio millón de plantas considerando que una gran proporción de éstas son epifitas que habitan en los árboles. Por lo expuesto, podemos concluir que en el país se destruyen más de cien mil millones de plantas cada año, lo que equivale a diez millones por hora. En relación con el uso y ocupación del suelo en las diferentes regiones del país, tenemos que el bosque primario remanente ocupa: en el litoral tan sólo un 3%, en la precordillera occidental un 15%, en la serranía un 2%, en la precordillera oriental un 40% y en el Alto Amazonas un 30%. A pesar de que el Ministerio del Medio Ambiente y varias ONG's están protegiendo cerca del 25% de los bosques primarios ecuatorianos, es muy probable que la mayor parte de nuestra biodiversidad desaparezca en las próximas décadas.
Por esto es necesario salvar el mayor número de especies en jardines y otros espacios botánicos, para asegurar de esta forma su supervivencia, a fin de que en un lejano futuro nuevas generaciones humanas, posiblemente más inteligentes que la nuestra, logren reconstruir y repoblar el planeta Tierra. Si no salvamos por lo menos unas pocas plantas de cada especie, el hombre del futuro no tendrá este recurso imprescindible.
EL ORQUIDEARIO
Debido a la importancia de las orquídeas en la flora ecuatoriana, con más de 4.100 especies descubiertas, se construyó el Orquideario en el cual se mantendrá una colección de las más representativas, rodeadas por otras especies como las bromelias, aráceas, helechos, cyclantáceas, etc., a fin de configurar el hábitat indispensable.
Esto se logró a partir de agosto de 1995 con una importante donación de la Señora Gisela Neustaetter.
La estructura metálica está dividida en tres cuerpos: un invernadero cerrado de 185 metros cuadrados para plantas de calor, un invernadero de 462 metros cuadrados para plantas de frío y un área central de 493 metros cuadrados cubierta por un domo, para eventos culturales, científicos y sociales.
Los dos invernaderos están cubiertos de policarbonato y su interior está revestido con rocas volcánicas y troncos de helecho. Tres cascadas enriquecen el paisaje interior y ya se han transferido pequeños arbustos nativos, junto con unas 3000 plantas de orquídeas cultivadas por la Asociación de Orquideología de Quito y otras rescatadas de ciertos sectores por los que pasa el OCP. El riego consiste de un sistema computarizado de aspersión y nebulización con controles electrónicos. Para este verano la Fundación tiene como meta inaugurar la primera fase del Jardín Botánico. Hemos de considerar que un jardín botánico es una obra en permanente construcción. A la fecha de inauguración contaremos aproximadamente con veinte mil plantas; lo planificado es llegar a tener cien mil plantas por hectárea.
Diferentes áreas se destinarán a varios habitats de nuestra serranía, como el páramo, los pantanales andinos o la zona de plantas de clima seco. Los árboles serán vestidos con plantas epifitas, como orquídeas, helechos y bromelias. Las familias de plantas ornamentales más importantes de nuestra flora andina, como gesnerias, fucsias, éricas, palmeras andinas y tibuchinas, serán agrupadas por sectores.
El cuidado del Jardín Botánico está a cargo de la Fundación Botánica de los Andes con una administración que gerencia el proyecto como cogestión con el Municipio de Quito. A su vez, la Fundación cuenta con el respaldo del voluntariado del Herbario Nacional, de la Asociación de Orquideología de Quito, del Club de Jardinería de Quito, de las Universidades Central y Católica, de otras instituciones públicas y privadas, y, desde los próximos días, de los nuevos miembros de la fundación.
Así como en nuestro entorno ecuatorial, el Jardín Botánico tendrá que convertirse en una verdadera selva botánica para ser apreciada por el visitante como la más espectacular atracción horticultural de Latinoamérica. Este proyecto servirá, además de modelo para futuros parques botánicos en Quito, como en el Itchimbía, en el parque Metropolitano, la Mitad del Mundo y en el área del actual aeropuerto, entre otros.
Jardín Botánico de Quito
Rumipamba y Av. de Los Shyris, en el Parque La Carolina, junto al Mueseo Ecuatoriano de Ciencias Naturales
Fundación Botánica de los Andes
Pinto 240 y Almagro - Teléfonos: 222 7094, fax 256 4012
En la segunda etapa el Jardín Botánico de Quito contará con:
- Departamento de Historia Botánica
- Un laboratorio de reproducción de especies y los respectivos viveros con programas de rescate de especies en peligro de extinción, y otros de hibridizaciones para obtener plantas ornamentales patentadas para su exportación
- Guía del manejo de la flora ecuatoriana, legislación y comercialización
- Catálogos, boletines, guías y afiches
El Jardín Botánico de Quito se convertirá en el referente fundamental para la preservación de la flora nativa, será un centro educacional vivo para la difusión de esta riqueza y un atractivo turístico de primer orden, es decir un modelo para que organizaciones similares en cada uno de los cantones del Ecuador construyan sus respectivos espacios botánicos.