2007/08/04 EL COMERCIO
1200 agricultores recogen el aroma del cacao amazónico
Redacción Nueva Loja
En el centro de acopio Dorado Amanecer de Cascales se respira a chocolate. El aroma es suave y frutal.
Dorado Amanecer es uno de los nueve centros que apuntalan al Comité Empresarial Aroma Amazónico, que agrupa a 1 200 productores de cacao de Sucumbíos.
Los cacaoteros crearon los centros para comprar la cosecha en fresco (cacao en baba) de todos los socios al precio del mercado y evitar a los intermediarios. El producto luego se exporta.
Wilo Robayo, uno de los trabajadores de Dorado, zarandea el cacao que llega los sábados de ocho centros asociados. Limpia las impurezas y selecciona los mejores tipos. En el Área de Fermentación, Néstor Miño, gerente del Comité, atiende a un grupo de quichuas que arribó de Rukullacta (Napo) para conocer la iniciativa.
La temperatura es alta e incòmoda. Mientras, Miño les explica que hace dos años se cansaron de los intermediarios y se unieron. “El Comité surgió como una necesidad para conseguir un precio justo, elevar la calidad y apostarle al ambiente”, recalca.
Los centros Dorado Amanecer, Lago Agrio y Shushufindi fueron los pioneros. Ellos abrieron el mercado hace cuatro años, cuando los socios tramitaban la integración del Comité. El dirigente cuenta que hasta el año anterior se invirtieron 450 000 dólares en infraestructura para los centros.
En la asociación Lago Agrio (Jambelí) se edificaron áreas de fermentación, marquesinas solares y bodegas. En Cascales se entregaron secadoras a gas, empaques y áreas administrativas.
Para este año, se pretende invertir 570 000 dólares. Los recursos provienen de los municipios y el Consejo Provincia, la Unidad de Desarrollo del Norte (Udenor) y el Instituto para el Ecodesarrollo Amazónico (Ecorae) y de los productores. “Al inicio recibimos los materiales y construimos las marquesinas solares”, cuenta Nilo Pacheco, productor de Jambelí.
Con esa infraestructura, Aroma Amazónico recogió el año pasado 75 toneladas de cacao, que se vendieron a las empresas Yachana Gourmet, Ecuatoriana de Chocolates y Kraft Food de Alemania. La primera envió a las industrias chocolateras de EE.UU., la segunda, al mercado europeo, y la última entregó a Alemania.
Aroma Amazónico tiene la ventaja de contar con el sello de calidad Rain Forest Alliance, que es una garantía del cuidado ambiental en las fincas cacaoteras.
Asimismo, con el sello reciben 1 950 dólares por cada tonelada de cacao que va al mercado europeo. “Se trata de un pago fijo por el cuidado ambiental”, explica Flavio Cordero, presidente de la asociación Lago Agrio.
También tramitan las certificaciones de comercio justo y orgánico. Para este último, 400 productores ya están listos.
Los quichuas recorren las marquesinas solares y las áreas de Secado, Etiquetado y Zarandeo.
En las marquesinas, Jaime Shiguango, cacaotero de Napo, parte con una navaja una pepa y luego de morderla suelta un gesto de aprobación. “La almendra está bien seca, es buen cacao”.
Alexandra Robles, presidenta del Comité, revela que a veces les faltan recursos para comprar el cacao. Por eso, el año pasado solo se adquirieron 75 toneladas, pues solo tuvieron 40 000 dólares.
Pero para este año consiguieron un crédito de 100 000 dólares de la fundación Rabobank de Holanda. “Con este capital vamos a comprar los que resta de la cosecha y capitalizarnos para la próxima”, manifiesta Robles. Se comprarán 200 toneladas.
Empero, Aroma Amazónico obtuvo en el 2006 utilidades por 8 000 dólares con una inversión de 120 000 dólares.
Para consolidarse, el grupo busca una alianza con el Comité La Joya Amazónica, de Orellana. “Con ellos queremos formar un consorcio regional para garantizar el volumen y poner las condiciones al mercado nacional ”, expresa Miño ante los visitantes quichuas, que siguen en el recorrido por Dorado Amanecer.
Un producto fino
Los quintales de cacao que comercia Aroma Amazónico tienen un código de trazabilidad, el cual le permite identificar de qué fincas proviene el cacao.
Según la organización alemana GTZ, Sucumbíos y Orellana poseen 25 000 hectáreas de cultivos de cacao. La mayoría es de la variedad nacional fino de aroma.
Los 1 200 productores tienen un aproximado de 3 500 hectáreas de cacao sembradas. El consorcio paga 40 dólares por el quintal de cacao fresco certificado y 35 dólares por el corriente.