2007/08/04 EL COMERCIO
El caucho se prueba en zonas que antes eran inadecuadas
Redacción Santo Domingo
La siembra de plantaciones de caucho en la zona de Guayas y Los Ríos sí es posible. Las condiciones climáticas son favorables y beneficiosas para ese producto.
Al menos esa hipótesis se está confirmando con las primeras investigaciones del Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecuarias (Iniap).
Los entornos climáticos de ambas zonas como época seca definida, humedad relativa de 75 por ciento, 1 500 milímetros de lluvias al año y ausencia de niebla y garúa resultaron adecuados para los clones que se sembraron.
La entidad plantó hace 15 meses seis tipos de clones de caucho en El Empalme (Guayas) y Pichilingüe (Los Ríos).
De esta manera, el Iniap quiere encontrar nuevas áreas para el cultivo, el cual no logra abastecer la demanda del país.
Esto significa que el caucho ya no solo se siembra a temperaturas de 25 grados, precipitaciones de 2 500 milímetros, luminosidad de 2 500 horas luz al año y una humedad de 70 y 90 por ciento.
Esas características solo se encuentran en la denominada zona cauchera, ubicada al norte del país: Esmeraldas, Santo Domingo, el noroccidente de Pichincha y Patricia Pilar, al norte de Los Ríos, y el norte de la Amazonia.
Pero esas condiciones climáticas también han permitido el desarrollo de la enfermedad sudamericana de las hojas de caucho.
La enfermedad se propagó luego del fenómeno de El Niño de 1997. Los cultivos se afectaron y con el tiempo los agricultores decidieron reemplazarlo por la palma africana, palmito y otros.
Esa afectación es originada por el hongo Microcylus ulei, que causa la caída de las hojas de la planta. En ocasiones hasta la aniquila, explica Malena Martínez, técnica del Iniap, quien trabaja en este proyecto de caucho.
La investigación que adelanta la institución busca establecer qué clones pueden enfrentar esta enfermedad que acaba con la planta. La investigación se inició en 1995, aunque los cultivos se establecieron en febrero del año pasado.
Tras 15 meses de estudio y con los cultivos establecidos en Patricia Pilar, La Independencia, La Concordia, Pichilingüe y El Empalme se tienen ya los primeros resultados. En La Independencia, por ejemplo, la plantación está completamente destruida. En Patricia Pilar, el virus afecta en menor medida. Y, en El Empalme la incidencia es baja.
“La idea es zonificar la incidencia de la enfermedad y establecer nuevas condiciones climáticas para el desarrollo de la plantación”, manifiesta Martínez. El proyecto es financiado por la organización francesa Cirad, la Asociación de Cauchicultores y el Iniap. Se espera concluir y tener resultados finales en el 2021.
Sin embargo, los primeros resultados sobre las zonas de la migración del cultivo se conocerán en el 2009. Y, de los clones resistentes a enfermedades será a los 10 años, contando desde el 2006. Con esto se pretende ayudar a los agricultores a establecer cultivos seguros e incrementar la oferta de caucho.
Sergio Gándara, de la Asociación de Cauchicultores, señala que es indispensable avanzar en las indagaciones sobre las variedades que se traen de Brasil y Asia. “Perdimos 2 500 hectáreas entre 1997 y 1998 por falta de investigación. No podemos dejar que eso vuelva a ocurrir”.
La Corporación para el Desarrollo Sostenible realizó las primeras investigaciones de caucho. Peter May, el técnico que se encargó de ello, explica que se trabajó durante seis años. Tras ello se firmó un convenio con el Iniap y se intercambió la información.
Las investigaciones también se realizan desde la empresa privada. Agicom, la empresa más importante de caucho, sembró un campo clonal de seis hectáreas a inicios de este año. Están probando cuatro clones para la resistencia de la enfermedad y otros siete para conocer su adaptación a otras condiciones climáticas.
Marco Erazo, técnico de Agicom, que hace la investigación, dice que se esperan los resultados.
Estudios largos
La investigación demora, porque el caucho empieza a producir a los seis años de la siembra, cuando alcanza un diámetro de 15 centímetros. En esa etapa empezarán los estudios de productividad de los nuevos clones.
En el país hay dos campos clonales de caucho: uno en Santo Domingo y otro en Pichilingüe. En el 2009 se espera establecer otro en Orellana.
El caucho se defolia y refolia (caída de hojas y reemplazo de ellas) entre junio y septiembre. Ahí ataca el hongo.