2006/04/17 Revista Familia
Cuando el sol, el viento y la basura prenden los focos
No se trata de una mansión embrujada. Más bien son unas pequeñas chozas, ubicadas en Arajuno, en la Amazonia ecuatoriana. Hasta allá no llega la electricidad que se usa en Quito o en Guayaquil. Esos cableados de varios kilómetros son obsoletos, pues estos habitantes tienen su fuente de energía cerca de su casa. Los paneles solares proporcionan toda la electricidad suficiente para prender tres focos y alimentar una refrigeradora.
A lo largo de la historia el hombre ha vuelto sus ojos a diferentes materiales para proveerse de energía. Y así surgieron las conocidas como renovables. Y la que utilizan en esta choza es una de ellas.
Y de la Amazonia a Galápagos. En la parte baja de la isla Floreana hay un sistema centralizado con paneles solares que brinda energía a todo ese territorio. Son placas de silicio que reciben luz solar y la transforman en energía a través de unos inversores.
Los vientos que existen en este lugar, sobre todo en la parte alta, también favorecen a la generación eólica. Por eso, se han instalado molinos que aprovechan el viento y generan electricidad.
El director de Energías Renovables del Ministerio de Energía, Douglas Aguirre, dice que en esa isla se utiliza la mitad del tiempo energía térmica y la otra mitad energía eólica y solar.
Pero, lo más sorprendente no es esto. Ecuador también quiere ser pionero en Latinoamérica de generación con basura. Existe un proyecto ideado por Termopichincha, pero que aún esta en suspenso.
La esencia del proyecto es incinerar las 1 400 toneladas diarias de residuos que produce la ciudad. Éstas se transformarían en escorias y gases de combustión, que elevados a altas temperaturas producen vapor. La basura reduciría su volumen en 10 veces y se haría ceniza. A su vez este material puede servir como arena para la construcción de carreteras.
En el mundo, otra de las alternativas para generación es la tecnología maremotriz y consiste en obtener la fuerza de las corrientes que se forman en el mar. Y en ese caso, la energía se transmite a través de un cableado subterráneo.
Y aunque no es una energía renovable, aquella generada de manera nuclear también desata interés. Y esta se consigue con la división de dos o tres neutrones. Su potencia es sorprendente, pues una libra de uranio de un tamaño no mayor a una pelota de tenis tiene una cantidad de energía equivalente a un millón de galones de gasolina.
En fin, la naturaleza es un gran reservorio de energía: petróleo, carbón, gas, agua, volcanes...